Algo que me viene a la mente cuando pienso en el programa Britain´s Got Talent del mismisimo Simon Cowell (el juez malvado de American Idol) es la cantidad de talento que sorprende por venir en un "empaque" diferente. ¿A que me refiero con esto? Susan Boyle, una señora gordita, cejona y no muy atractiva se presentó en el escenario diciendo que queria ser cantante, el público (y hasta los jueces) se burlaron de ella pensando que alguien así no podría cantante y menos tener talento. Y cuando Susan abre la boca, la audiencia entera se queda callada y asombrada por su voz. Lo mismo pasó con Paul Potts, un vendedor de celulares que sorprendió de igual manera.
Aquí les presento a Andrew Johnson un niño de 13 años que parece ser el típico chico rudo adolescente. Cuando Simon le pregunta que qué talento tiene, Andrew timidamente le contesta que le gusta cantar. Andrew también les cuenta que en la escuela se burlaron de él desde que tenía 6 años por el tipo de música que le gusta cantar (yo la verdad me esperaba un rap o algún pop cuando lo ví), y entonces Andrew abre su boca y este sonido sale vibrando en el escenario:
¿Que les pareció? A mi me conmovió muchísimo, me encanta pensar que no importa el empaque, detrás del envoltorio hay cosas que siempre nos pueden sorprender.
D
No hay comentarios.:
Publicar un comentario