Mi atlético marido y yo tenemos un nuevo propósito en la vida.
Ser millonarios!
Bueno no. Ese no es nuevo.
Pero sí es parte de nuestros propósitos en la vida.
Aunque por causas 100% altruistas. Lo prometo.
Pero en qué andaba? Ah si! Nuestro nuevo propósito.
Mi atlético marido me ha propuesto que nos entrenemos para correr el maratón de Oakland, CA que se llevará a cabo en Marzo del 2011.
Eso es en... mmm... nov...dic..mmmm...5 meses!
Okey, okey... 4 meses porque Noviembre ya practicamente se terminó.
(por qué Dios, POR QUÉEEEEE??????)
Solo que hay tres problemas:
1. Yo nunca he corrido ni medio maratón.
2. Yo no corro al aire libre.
3. Yo no corro. Punto.
Hmmm...
Pero bueno, no dejé que ese pequeño detalle lo desanimara de tener este sueño en la vida.
Porque después de todo eso es lo que una buena esposa hace, no? Animar y alimentar los sueños e ilusiones del amor de su vida. Right? Y quién soy yo para robarle dichas ilusiones?!
Asi que ahi está, estoy cumpliendo con mi deber de esposa.
Porque asi soy yo. Lo máximo.
Asi que esta mañana (de Sábado) abrí mis ojitos Cleta a las 9am pensando que podía deslizarme del lecho conyugal sin despertar a mi pacífico y sereno bello durmiente para tomarme mi cafecito mientras leía todo lo que el ciberespacio tenía para ofrecerme. ¡No fuera a ser que me perdiera de un buen twit o algo asi! Ni Dios lo mande.
Pero oh sorpresa, me empiezo a mover tratando de ser lo más discreta posible cuando FUAM! La masculina mano de mi hermoso marido me toma con fuerza (pero gentileza, no vaiga a ser) del brazo y me pregunta que a dónde voy..
Mmmm... ¿a tomar agua?
Y que el muy grosero pronuncia las palabras que tanto temía: el clima está perfecto para salir a correr.
¿Qué debía hacer yo?
¿Hacerme la loca y decirle "si mi vida que te vaya bonito?"
Mi deber marital no me lo permitió y nomás le dije: "deja tomo agua, pongo música movida en mi cel, me cambio, me pongo aretes, busco unos pants que se vean lindos, me pongo protector solar, de paso me doy una peinadita, ¿ya te dije tomo agua? Pues eso, tomo agua y nos vamos."
¿Creen que esto lo hizo desistir de su idea de salir a correr juntos?
Nope, porque él es sumamente paciente y compasivo, y me espero mientras sincronizaba mi BB, borraba fotos que ya no quería ahi, tomaba mi agua calientita, me probaba tres pants diferentes para ver cuál negro se veía mejor, le ponía de comer a BenThomas, abría el FB, leía el Twitter y pos de paso le echaba ojo a la página de People Magazine.
Por fin... ahi vamos.
Salimos y gracias a Dios me recordó (o mejor dicho, me instruyó) en los beneficios de estirar bien los músculos antes de iniciar tan estrenuante recorrido.
Hice todo lo posible por agacharme, bajar las manos y tocar el suelo.
Y como mis rodillas están muy cerca del suelo yo lo cuento como un exito tremendo.
Y que se arranca.
Yo que soy muy medida y conservadora empecé caminando tranquilita dirigiéndome al honorable Boulevard Vicente Fox ya que hay banquetas lo suficientemente parejitas como pa correr viendo el mar y que yo con mi excelente coordinación motriz no me vaiga a tropezar.
Y en eso n´ombre que me super prendo con una mega canción!
Y como soy una salvaje con mi música pos que le subo a todo volumen a "Don´t go breaking my heart" de Glee.
Noijo soy tremenda!
Y ahi voy yo... corriendo.
¡Me hubieran visto!
El mar a mi izquierda con su oleaje de bandera roja.
Y yo... CORRIENDO!
Corrí como nunca había corrido en la vida (porque no corro, but still).
Me sentía libre como el viento y peligrosa como el mar.
Hasta llegué a pensar que si el Maratón de Oakland fuera la próxima semana, lo ganaba facil!
Porque ahi iba yo... libre como el viento y peligrosa como el mar.
Y en eso, que llego al final del Boulevard que está construido (después de ahi se acaba el mundo) y me tuve que dar vuelta en u.
Uf! Sin problema - pensé yo - si sigo con este ritmo hoy seguro me echo unos 10K para empezar. Estoy tremenda!
Pero no contaba con un pequeñiiiisimo detalle.
Al dar la vuelta me di cuenta de un fenómeno meteorológico típico veracruzano: el famoso norte.
¿Pero qué me pasa? - exclamé para mis adentros (porque para mis afueras hubiera sido peligroso ya que me podía atragantar por la enooorme cantidad de arena volando en mi dirección).
Con cada paso me era más difícil avanzar.
¡Era como ir hacia arriba en una montaña! ¡De rodillas!
Asi que poco a poco mi extraordinaria velocidad cedió ante los vientos huracanados que se empecinaron en demostrarme lo que ya sabía:
Que yo no corro.
Y además, correr me quita el estilo.
Enough said!
Y ahora si me disculpan me voy porque tengo que ir a tomarme mis aspirinas para el dolor de chamorro y hacerme bolita para ver si se me quita este dolor de caballo que traigo desde hace tres horas.
Cheers!
S.
En mi humilde opinión, uno se tiene que resignar a lo que la naturaleza le da. Hay personas con genes tarahumaras para los que correr es natural y habemos otras que sólo corremos en la penosa situación de que nos persigan. Por lo tanto, o pones al T a perseguirte o bien lánzate al maratón, pero Guadalupe Reyes y deja la corrida pa los demás.
ResponderBorrarBesos,
Elena
Eres los ma-xi-mo Sue!!!
ResponderBorrarTe Luv-ya Lots!
Joe Mike
Su eres una linda escribes hermoso !! Saludos a T.
ResponderBorrarJiji!!! Gracias!!!! Abrazos!
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