La Reina y Yo

La Reina Isabel de Inglaterra es mi tía.Bueno, tía abuela.
O tía abuela segunda.
O algo asi.
Bueno, ¿qué vendría siendo si la Reina Isabel de Inglaterra es prima de mi Abuelita Cookie?

Les presento a mi abuelita Cookie:

Cookie.
Aunque en realidad era Cuqui, por Cuquita.
Refugio pues. Pero nunca escuché a alguien decirle asi. Siempre era Cuquita.
Pero para mi era Cookie.
Me sonaba mucho más lógico en mi ingenuidad infantil que la Abuelita que siempre tenía una galleta para mi se llamara Cookie. Que no?
OBVIO, duh!


Además compartimos el mismo cumpleaños.
4 de Julio
(anotenlo bien)
Asi que Cookie era mucho más apropiado para mi que Cuquita o Cuca o Refugio.

Eeeen fin.
Desde que tengo memoria (uuuuu!!!) mi Abue Cookie mencionaba por aqui y por allá que "su prima, la Reina Isabel de Inglaterra, ya tenia un perro nuevo...", "su prima, la Reina Isabel de Inglaterra, había estrenado sombrero y la mera verdad no le quedaba muy bien", "su prima, la Reina Isabel de Inglaterra, esto..." "su prima, la Reina Isabel de Inglaterra, aquello..."

Y yo me acercaba a la tele para ver de cerca a la Reina Isabel de Inglaterra:

Y luego volteaba a ver a mi Abuelita Cookie, sus chinitos perfectamente bien peinaditos - a veces mas blancos como algodón, a veces más grisesitos por el tinte - y luego veía a la Reina Isabel de Inglaterra y pensaba para mis adentros: "wow... estas primas si que se parecen"

     Mi tía.                               Mi Abuelita.

Y asi pasaron los años. Escuchando a mi Abuelita Cookie platicarme de sus anécdotas con su prima la Reina Isabel de Inglaterra.
Debo decir que por aaaaños me la creí (igual que creía las historias del Papá acerca de su servicio en la Legión Extranjera para la Reina Victoria, ajá)
Pero el punto es que ya era un "running joke" en la familia. Decir que tenemos sangre azul.

Pasaron más años y el Alzheimer se apoderó de su blanca cabecita. Poco a poco el pasado y el presente formaron sus propios tejidos sin obedecer las leyes de la realidad.
Tal vez recuerdos dolorosos para ella fueron borrados por completo; mientras otros se volvían más tiernos que nunca.
Gracias a Dios.

Un día, visitándola, estaba ella muy calladita sentadita toda chiquita ella (de ahi nos viene) en su silloncito de toda la vida viendo la tele mientras toda la tropa platicábamos de alguna otra cosa.
De pronto el alboroto que traíamos se vio interrumpido por un grito de emoción.
"Ahí está mi Prima! La Reina Isabel de Inglaterra!"

Todos nos quedamos callados en ese momento.
Volteamos a ver lo que causaba ese inesperado brote de emoción y efectivamente, ahi estaba ella en las noticias en la tele. 

Dentro de su mente, ya perdida entre los recuerdos y los sueños, había algo que nunca había cambiado.
Su lazo sanguíneo con la Realeza Inglesa.

Y como los niños, los borrachos, los loquitos y las abuelitas siempre dicen la verdad, desde entonces declaro con total seguridad: la Reina de Inglaterra y yo estamos emparentadas. Asi es, sangre azul corre por mis venas.

Ahora no me queda mas que esperar a que me llegue la invitación a la boda de mi Primo Tercero (o algo asi) para su boda con la Katey.
Asi le decimos en la familia. Katey.

Cheers!
Su Alteza Real, S.